Guíe su carrera evitando las trampas

Asegúrese de que no está cayendo en ninguna de estas trampas tan comunes:

? Dejar de planificar su día. Acudir al trabajo sin haber planificado el día es exponerse al fracaso. Si responde únicamente a aquello que vaya recibiendo durante el día, necesita empezar a planificar su agenda en vez de reaccionar ante las prioridades de los demás.

? Confiar en lo que ya sabe. El mundo, su empresa y sus responsabilidades están cambiando vertiginosamente. Si sigue haciendo lo mismo de siempre, sin aprender nuevas habilidades, sin considerar nuevas posibilidades o sin buscar nuevas ideas, pronto se quedará atrás.

? Quejarse en voz alta y con frecuencia. Es fácil encontrar cosas de las que poder refunfuñar: el sueldo, el horario, los clientes, los compañeros de trabajo. Sin embargo, las personas que crecen en las filas de los empleados son aquellas que aportan soluciones, no quejas.

? Exigir demasiado crédito. Cuando algo vaya bien, no se apresure en colocar su nombre en el punto más alto de la lista de aquellos que lo hicieron posible. Si agradece y da crédito a sus empleados, se esforzarán y seguirán superando las expectativas. Trate a sus compañeros como si fueran responsables del éxito que usted haya logrado, ya que en realidad lo son.