Los cuatro villanos de la toma de decisiones

Los cuatro villanos de la toma de decisiones Los cuatro villanos de la toma de decisiones
Business Review (Núm. 232) · Habilidades directivas
Business & Technology (Núm. 20) · Habilidades directivas

El modelo WRAP propuesto por los autores puede ayudar a compensar los cuatro sesgos de pensamiento más comunes, “villanos” que nos conducen a fracasar en la toma de decisiones

Si estudiamos detenidamente las decisiones que la gente toma y los resultados de esas decisiones, descubriremos que la humanidad no cuenta con un historial demasiado brillante. Con frecuencia, las personas abandonan carreras profesionales que habían elegido o se lamentan de haberlas seguido; y las decisiones en materia de negocios, a menudo, tienen deficiencias. A nivel personal no lo hacemos mucho mejor: no ahorramos lo suficiente de cara a la jubilación; dejamos que el
trabajo interfiera en nuestra vida familiar; y un 88% de los propósitos de Año Nuevo no se cumplen. ¿Por qué nos cuesta tanto tomar buenas decisiones?

Esto no es todo. Los estudios en el ámbito de la psicología de los últimos 40 años han identificado un amplio conjunto de sesgos en nuestro pensamiento que condenan nuestra toma de decisiones al fracaso. Siaspiramos a tomar mejores decisiones, debemos aprender cómo funcionan estos sesgos y cómo combatirlos.

  Villano n.º 1: los marcos estrechos "En cualquier momento de la vida nos vemos tentados a pensar: '¿Debería hacer esto o esto otro?'. En lugar de eso, debemos preguntarnos: '¿Hay alguna manera de hacer esto y esto otro?'. Aunque parezca sorprendente, a menudo resulta factible hacer ambas cosas". Estas son las palabras de Steve Cole, el vicepresidente
de Investigación y Desarrollo de HopeLab, una ONG que lucha por mejorar la salud de los niños usando la tecnología. Para un proyecto de importante calado, Cole y su equipo querían encontrar una empresa de diseño que les pudiera ayudar a diseñar un aparato portátil capaz de medir la cantidad de ejercicio que realizaban los niños.

 Había al menos siete u ocho empresas locales de diseño capaces de llevar a cabo esa tarea. En una situación contractual típica, HopeLab habría solicitado una propuesta a cada una de las empresas y luego habría ofrecido al ganador un contrato de enormes dimensiones. Sin embargo, en lugar de elegir un ganador, Cole decidió organizar una "carrera de caballos": redució la envergadura del trabajo de modo que solo cubriera la primera fase del proyecto, y luego contrató a cinco empresas diferentes para que trabajaran en la primera fase de manera independiente. Cabe decir que Cole no estaba quintuplicando su presupuesto: siendo una ONG, HopeLab no contaba con recursos ilimita...


Chip Heath

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Profesor de Comportamiento Organizativo de la Thrive Foundation for Youth, en la Graduate School of Business de Stanford

Dan Heath

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Investigador en el centro CASE de la Universidad de Duke