El crecimiento profesional derivado de las competencias transversales. La capacidad de negociación

El crecimiento profesional derivado de las competencias transversales. La capacidad de negociación El crecimiento profesional derivado de las competencias transversales. La capacidad de negociación

A la hora de escoger entre candidatos que gozan de los mismos conocimientos técnicos, las empresas tienden a seleccionar a aquellos que disponen de las conocidas como competencias transversales. Se trata de las aptitudes, los rasgos de personalidad, los conocimientos adquiridos y los valores que no son propios de un puesto de trabajo, pero que responden a cualidades necesarias para desempeñar cualquier empleo. Entre las más buscadas destacan la creatividad, el autoaprendizaje o la capacidad resolutiva, así como la capacidad de negociación, que puede llevar a mejorar la posición de la que partían las partes y que permite crecer tanto personal como profesionalmente.

Poseer competencias lingüísticas, capacidad de negociación, habilidades comunicativas, capacidad de liderazgo y buen desempeño del trabajo en equipo, así como ser creativo, dominar los equipos informáticos o tener la habilidad para adquirir nuevos conocimientos, entre otras virtudes, son cualidades requeridas en un mundo cuyo tejido empresarial e industrial está en constante evolución. La valoración de estas competencias, denominadas transversales, para la adecuación de un candidato a un puesto u otro puede suponer un punto de inflexión. Y es que, generalmente, mientras que la falta de competencias específicas comporta una desventaja prácticamente insalvable en el ámbito empresarial y laboral, contar con determinadas competencias transversales sitúa a la persona en una mejor posición frente a los competidores; porque el éxito depende, en buena medida, de las acciones, actuaciones y actitudes que suponen el valor añadido de un profesional. Es decir, ante una situación de iguales conocimientos técnicos entre empleados, dependientes o proveedores de servicios profesionales, disponer de estas competencias acerca a la persona a una posición óptima.


Nos referimos a una serie de competencias genéricas que están presentes en buena parte de las relaciones profesionales y que se relacionan con las aptitudes, los rasgos de la personalidad, los conocimientos adquiridos y los valores. Competencias que no son propias de una actividad concreta o de un puesto trabajo específico (como lo serían las competencias técnicas), sino que tienen que ver con las cualidades necesarias, más allá de las competencias específicas, para llevar a cabo las tareas profesionales en tiempo y forma y de la manera más correcta posible; es decir, para alcanzar un cumplimiento profesional eficaz. S...