La empresa ante el reto del envejecimiento

La empresa ante el reto del envejecimiento La empresa ante el reto del envejecimiento

En marzo de 2015, bajo el titular "El país más envejecido del mundo", algunos medios ponían de nuevo sobre la mesa uno de los grandes problemas a los que nos enfrentaremos: el suicidio demográfico de España.

Lo llevábamos escuchando desde hacía tiempo, e incluso lo estábamos percibiendo en nuestra ciudad, en nuestra empresa y quizá hasta en nuestro propio hogar. Pero, ahora, los datos del INE nos obligan a asumirlo: España envejece, y esto no ha hecho más que comenzar.

CUESTÓN DE NÚMEROS

En España se producen alrededor de 1.118 nacimientos diarios, unos 700 menos que en 1976, provocando, por tanto, un déficit en la tasa de natalidad.

En el primer semestre de 2017, el número de nacimientos disminuyó un 6,3%, hasta un total de 187.703 personas. Esta es la cifra más baja desde el primer semestre de 1999.

Durante la primera década del nuevo siglo, el número de nacimientos y la tasa de natalidad aumentaron como consecuencia de la entrada de inmigrantes: los nacimientos crecieron desde los 180.000 de los últimos semestres de los años noventa hasta superar los 260.000 nacidos en 2008. Pero, actualmente, ni siquiera la población inmigrante contribuye a paliar los efectos de la baja natalidad. Necesitaríamos, al menos, 262.000 nacimientos más de los que se producen anualmente para poder asegurar el nivel de reemplazo generacional. Cifra que, con las actuales circunstancias sociales, económicas y laborales, se presenta como un reto difícil de alcanzar.

En consonancia con estos datos, el índice de fecundidad es actualmente muy bajo, 1,36 hijos por mujer, ratio muy alejado de la tasa de reemplazo generacional, situada en 2,1 hijos por mujer. Desde 1987, este índice no supera el 1,5.

Además, entre enero y junio de 2017 fallecieron 219.835 personas, un 4,5% más que en el mismo período de 2016.

Por tanto, con la caída de la natalidad, un 6,3%, y el incremento de los fallecimientos, un 4,5%, la primera mitad del año 2017 se cerró con un saldo vegetativo negativo de 32.132 personas, representando la mayor pérdida de población en un semestre desde 1941.

Esta situación empeorará, porque, según las previsiones, España podría perder 5,3 millones de personas en 45 años. Lógicamente, estas cifras estarán supeditadas a la mayor o menor entrada de nuevos inmigrantes en las próximas décadas.

A todos estos factores hay que sumar que el nu...


Alfonso Jiménez

·

Socio director de PeopleMatters