Caso Iberdrola: la sostenibilidad como estrategia competitiva

No resulta fácil seguir el día a día de la responsabilidad social de las empresas (RSE). El debate público sobre la RSE está en pleno apogeo y las opiniones, artículos,publicaciones y foros de debate al respecto son numerosos, por lo que cualquier persona interesada en este tema necesitará realizar un notable esfuerzo para seguir su desarrollo en toda su amplitud.

No obstante, en este caso, como en cualquier otro tema,merece la pena coger un poco de distancia y tomar una perspectiva más global que ayude a centrar mejor las cosas.Así, es recomendable leer el informe aprobado el mes de julio de 2006 por la subcomisión creada en el Congreso de los Diputados para potenciar y promover la RSE. En él se aborda la panorámica actual completa de la RSE en España y,junto a las recomendaciones de la propia subcomisión, pueden encontrarse los puntos de vista de numerosos representantes de la Administración, la universidad, las empresas o el resto de la sociedad civil.

Recomendaciones sobre la práctica de la RSE

Entre todos los aspectos que se tratan, hay algunos que merece la pena comentar,ya que permiten entender la situación actual del debate y de la práctica de la RSE.

1. La responsabilidad social ya no afecta solamente a aquellas empresas que tienen filiales o realizan compras en países en vías de desarrollo,en los que puede haber legislaciones poco desarrolladas que favorezcan los abusos ambientales o laborales, sino que también afecta a las empresas radicadas en países como el nuestro,en los que,a pesar de contar con una legislación avanzada, se siguen produciendo carencias en aspectos relacionados con la salud y seguridad en el trabajo, las condiciones laborales,el respeto al entorno natural,etc.

2. Como corolario de lo anterior,se constata la importancia que tiene la extensión de las prácticas de RSE a todo el tejido empresarial. No es un tema que afecte sólo a las grandes empresas. La mayor parte del tejido empresarial se sustenta en la pyme,a la que se le deben facilitar el camino y las herramientas necesarias para que incorpore estas prácticas a su quehacer empresarial.

3. Los grupos de interés (stakeholders)
son agentes directamente implicados en el proceso y adquieren un protagonismo relevante, ya que sus expectativas y necesidades deberían ser tenidas en cuenta por las empresas en sus actuaciones. Se impulsan el diálogo y la comunicación ...