Cinco pasos para tener éxito

Cinco pasos para tener éxito Cinco pasos para tener éxito

¿Por qué fracasó el Zune, el primer reproductor de música digital de Microsoft, lanzado en 2006 para competir con el iPod de Apple? Quizá porque no tuvo en cuenta todos los factores que entran en juego en cualquier proceso de desarrollo de nuevos productos (PDNP). El PDNP es el ciclo al que debe someterse un nuevo producto, desde la creación del concepto hasta su introducción final en el mercado, e incluye, como mínimo, seguir cinco pasos básicos para garantizar, en lo posible, el éxito de nuestro proceso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El proceso de desarrollo de nuevos productos (PDNP) o servicios para su lanzamiento al mercado es un pilar fundamental en todo negocio. Por motivos bien concretos: pretende garantizar el crecimiento a largo plazo de la empresa, supone un intento de adecuación constante a las tendencias y los nuevos hábitos de consumo y es un instrumento muy eficaz para incrementar las ventas y la cuota de mercado de la empresa, así como para mejorar su rentabilidad y justificar las inversiones en I+D. Pero es evidente también que, más allá de su potencial como herramienta capaz de suscitar retos y motivación entre el personal de la empresa, este proceso conlleva un alto nivel de riesgo. Con la frase "un alto nivel de riesgo" se hace referencia a la elevada tasa de fracaso que suele llevar consigo el lanzamiento de nuevos productos al mercado. Cada año se lanzan unos diez mil nuevos productos. Aunque el ratio varía bastante dependiendo del sector, el 90% de ellos fracasa en los primeros tres años en muchas categorías. Por ejemplo, según el informe de Nielsen Innnovación rompedora, que analiza el comportamiento de los lanzamientos en gran consumo, dos tercios de los productos que ven la luz tienen que ser retirados en un plazo de tiempo muy corto.

Así, solo un 10% de los productos lanzados tiene éxito. Los riesgos de los que hablamos, asociados a su desarrollo, tienen que ver con factores de índole interna o externa a la propia compañía. Los fracasos derivados de los primeros son aquellos relacionados con el propio proceso de lanzamiento o con las características intrínsecas del nuevo producto. Puede ser que el mercado potencial sea demasiado pequeño para rentabilizar las inversiones ya realizadas, que el producto no resulte lo suficientemente distintivo respecto a ...