La historia sintética: crear alternativas de pasado para tomar decisiones de futuro

La historia sintética: crear alternativas de pasado para tomar decisiones de futuro La historia sintética: crear alternativas de pasado para tomar decisiones de futuro
Business Review (Núm. 172) · Finanzas

Las transiciones son, por naturaleza, inesperadas. Paradójicamente, han ocurrido con tanta frecuencia a lo largo de la historia (incluida la historia de los negocios) que ningún líder empresarial debería nunca sorprenderse completamente por encontrarse con una. Estar preparado para una transición y saber cómo transformarla de amenaza en crecimiento debería ser parte del arsenal estratégico de todo directivo, ya que la experiencia demuestra que vivirá para ver una.

Uno de los problemas que tenemos para comprender el riesgo de la transición es que, cuando miramos al pasado, vemos un camino histórico y aprendemos rápidamente a verlo como algo obvio e inevitable. De igual forma, cuando miramos hacia delante, vemos una historia futura. La llamamos nuestra "base de previsión", el "caso más probable" o la "perspectiva". Mientras que una parte de nuestra mente sabe que siempre hay incertidumbre acerca del futuro, otra parte se siente rápidamente cómoda asumiendo que el futuro que nosotros consideramos más probable es, de alguna forma, real e, incluso, inevitable. Esa suposición lleva a un vago y despreocupado no-pensar sobre el futuro. Para remediar este punto en blanco en nuestro pensamiento, necesitamos cambiar nuestra visión tanto del pasado como del futuro.

Cuando miramos al pasado, tenemos que ver un número de historias alternativas dominantes que pudieron haber ocurrido fácilmente: los griegos perdieron la batalla de Salamina ante los persas, lo que aseguró el dominio asiático sobre Europa Occidental; los soldados de la Unión perdieron la batalla de Gettysburg, el ejército de Lee tomó el control del estado de Pennsylvania y el Sur ganó su independencia; los diques de Nueva Orleans se expandieron y reforzaron antes de que el Katrina los golpeara.

O, en el mundo de los negocios: las leyes medievales europeas contra los intereses compuestos no fueron nunca revocadas; el modelo T fue inventado y comercializado por una empresa rusa; IBM decidió no meterse en el negocio de los ordenadores; Xerox comercializó con éxito el ratón y las interfaces gráficas; Apple puso el código de su sistema operativo a disposición de todo el mundo.

¿Qué habría ocurrido? ¿Cómo sería de diferente nuestro mundo hoy? ¿Qué fortunas no se habrían creado jamás? ¿Qué fortunas se habrían multiplicado más allá de lo imaginable?

A modo de comparación, pensemos en el ajedrez, el juego de estrategia por excelencia. A mitad de una pa...


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