¿Vendemos bien?

¿Vendemos bien? ¿Vendemos bien?

En un contexto tan cambiante como el actual, al analizar cómo gestionan las empresas sus riesgos se echan en falta una visión más integral del cliente y una estrategia definida sobre cómo actuar cuando las cosas no salen como estaba planificado. El secreto para que una empresa pueda ser cada día más competitiva consiste en gestionar de forma más inteligente al cliente, en coordinarse eficazmente entre las distintas áreas y en desarrollar un enfoque de la gestión del riesgo más global.