Dan Ariely: "A medida que inventamos nuevas tecnologías, nuevos instrumentos financieros y nuevas maneras de crearnos problemas, también generamos más riesgos"

Dan Ariely: "A medida que inventamos nuevas tecnologías, nuevos instrumentos financieros y nuevas maneras de crearnos problemas, también generamos más riesgos" Dan Ariely: "A medida que inventamos nuevas tecnologías, nuevos instrumentos financieros y nuevas maneras de crearnos problemas, también generamos más riesgos"

Karen Christensen: Cuando Alan Greenspan admitió que el fracaso del sistema financiero le había "conmocionado", usted afirmó que aquello era "un importante paso adelante" para la economía conductual. ¿Podría explicarnos esto?

Dan Ariely: Mis colegas y yo llevamos algunos años realizando experimentos sobre la irracionalidad humana. Cuando presentamos nuestros resultados, los economistas "racionales" dicen: "Se trata de bonitos experimentos que dan tema para una buena conversación durante la cena, pero cuando se trata de profesionales que toman decisiones que implican dinero, simplemente no hay irracionalidad". Nunca me he creído este argumento. ¿Por qué iba a desarrollar el cerebro humano dos enfoques distintos para tomar decisiones dependiendo de la importancia de la decisión? Aunque aceptaba que el mercado podría mitigar cierta conducta irracional, también creía que podía intensificarla.

Al final, teníamos muchas evidencias de la irracionalidad humana, pero nunca pudimos verificar cómo ésta se materializa en el mercado. No había modo de establecer dos versiones del mercado, una con personas racionales que tomaban las decisiones y otra sin ellas. Asimismo, no pudimos conseguir que esos seres hiperracionales participaran en nuestros experimentos, de modo que nos quedamos sin respuestas empíricas, hasta que ocurrió la caída de los mercados financieros en 2008. Efectivamente, eso fue lo mejor que ha ocurrido nunca para la economía conductual. No resulta agradable decir esto, porque muchas personas salieron perjudicadas (incluido yo mismo), pero quizá pueda consolarnos un poco el hecho de que una disciplina académica emergente extrajera algún beneficio de la crisis. De pronto, hubo una toma de conciencia de que las irracionalidades que habíamos estado estudiando podían ser mucho más importantes y predominantes de lo que se creía. Quizá debíamos empezar a pensar en la capacidad humana de una manera más humilde y a reconocer que con regularidad se cometen muchos errores evitables.

Si el así llamado enfoque económico "racional" no puede protegernos de nosotros mismos, ¿qué modelo deberíamos utilizar?

Esta pregunta es muy delicada. Uno de los motivos por los que nos atrae el modelo racional es que resulta muy maleable. Aparte de unos pocos economistas entusiastas, la mayoría a...


Karen Christensen

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Editora de Rotman Management