'Design (thinking) sprints'. Ocho claves para asegurar que se cumplen las expectativas

'Design (thinking) sprints'. Ocho claves para asegurar que se cumplen las expectativas 'Design (thinking) sprints'. Ocho claves para asegurar que se cumplen las expectativas

ES

Enric Segarra

Business Review (Núm. 326) · Habilidades directivas
Management & Innovation (Núm. 59) · Habilidades directivas

En este artículo se recogen los puntos que se deben tener en mente en el momento previo a lanzar un 'design sprint' para incrementar sustancialmente las probabilidades de éxito. ¿Qué elementos hay que considerar a la hora de aplicar uno de los métodos para la innovación más exitosos de todos los tiempos?

Mucho se ha escrito sobre las bondades del design thinking (DT), metodología para la innovación basada en la forma en que los diseñadores piensan y actúan, a la que algunos le ven potencial para ser a la innovación lo que el total quality management fue para el manufacturing1. Aunque solo el tiempo dirá si esto acaba realmente siendo así, es innegable que, de entre los distintos esquemas para la innovación surgidos en las últimas décadas, el DT es uno de los que, efectivamente, llegó para quedarse.

Al ser una metodología “omnipresentemente accesible” (son innumerables los artículos, libros, videotutoriales, cursos, conferencias, etc., que tratan sobre el tema) y “fácilmente” aplicable (se ha tendido a comercializar a modo de “siga estos pasos y consiga innovar con éxito”, siendo el Institute of Design, en Stanford, conocido como d.school, uno de sus grandes promotores y referentes –ver el cuadro 1–), su uso se ha popularizado en el mundo empresarial en una era en la que a las organizaciones no les queda otra alternativa que la de mejorar su capacidad para innovar, y poder tener así posibilidades de adaptarse a un medio en el que el cambio es constante.

'Design (thinking) sprints'. Ocho claves para asegurar que se cumplen las expectativas Es en ese entorno topsy-turvy en el que el DT encuentra su “oportunidad”, como una forma inteligible por su sencillez, colaborativa, user-centered y orientada a la acción para innovar, respaldada por una serie de casos de éxito que, profusamente documentados en empresas de todo tipo y tamaño (principalmente en el ámbito del B2C, pero también en el B2B), le han dado la credibilidad necesaria para captar, merecidamente, la atención que se le ha dedicado en estos últimos años.

 

Dos grandes objetivos Estos son los dos principales objetivos que persigue el design thinking:

1. 'Problem finding'. Definir cuál es realmente el problema a resolver. Para ello se hará, primero, un ejercicio de inmersión en el contexto en el que se mueven nuestros clientes y potenciales clientes para ganar, así, empatía y decodificar, desde ese nuevo punto de vista, las que son sus necesidades reales. Se trata de sumergirse en la cotidianeidad de la gente, algo que puede reve...


Enric Segarra

Profesor de Innovación en Deusto Business School ·