Diez pasos para construir una identidad corporativa ética

Diez pasos para construir una identidad corporativa ética Diez pasos para construir una identidad corporativa ética

ET

Esther Trujillo

Business Review (Núm. 355) · Estrategia

La ética tiene que ver con el “ser”, no con el “hacer”, por lo que debe estar integrada en la identidad de la empresa. Es posible articular todos los elementos que conforman la identidad organizacional a través de diez pasos para incorporar unos parámetros éticos con los que funcionar en el día a día.

Las organizaciones están formadas por un sistema relacional de personas, que pueden estar alineadas en su moral individual, o no. A partir de ahí, y aun estando de acuerdo en que, como decía Karl Popper, “no hay organizaciones éticas, sino personas éticas”, la construcción de un modelo ético colectivo y sistémico puede tener grandes beneficios para la organización y para las personas que la conforman.

Como seres sociales e interdependientes, las personas necesitamos un modelo de comportamiento que nos permita tomar decisiones, construir relaciones y estar presentes de una manera individual y colectiva en los sistemas. Estos modelos, lejos de coartar la libertad o coaccionar, pueden aportar seguridad y permitir relacionarnos de forma más fluida, conociendo cuáles son los límites y las reglas del juego.

Si el modelo ético no forma parte de la identidad de la organización, será un mero accesorio. La ética tiene que ver con lo que somos, no con lo que hacemos, por lo que, para ser una organización ética, es necesario que esa ética sea parte de su identidad. Si es algo accesorio, añadido, desconectado de la esencia de la organización, no conseguirá quedar instalado en ella.

 

¿A qué nos referimos cuando hablamos de identidad? La identidad se refiere al conjunto de características, valores y formas de hacer propios de una persona o una organización. Las experiencias vividas están en el origen de los rasgos identitarios, y a lo largo de su desarrollo van dando forma a la identidad y consolidándola. Se fundamenta en algunos elementos más sólidos, que la cimientan, y en otros más flexibles y evolutivos, que permiten una convivencia e interacción con identidades diferentes.

Lo que somos es, en realidad, lo que hace que alguien nos elija. Las organizaciones con una identidad clara, coherente y estable nos ofrecen una experiencia de relación a largo plazo que se traduce en una sensación de seguridad acerca de qué podemos esperar y qué no.

En el mundo empresarial actual, la copia está a la orden del día, la diferenciación a menudo es una cuestión de rapidez. En definitiva, se puede llegar a hacer lo que otros hacen, pero nunca se podrá ser quien otro es. La identidad es propia, personal e intransferible.

También se puede considerar un escudo protector que capitaliza su enorme valor en momentos de crisis. Es posible afrontar una situación difícil de...


Esther Trujillo

Asesora de organizaciones y dirección, docente y coach ·

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