El porqué de los incentivos

El porqué de los incentivos El porqué de los incentivos

El propósito de un plan de incentivos es proporcionar una recompensa potencial a los miembros del equipo a cambio de un esfuerzo especial adicional. A menos que lo que se ofrece sea atractivo, no motivará ni llevará a la acción que se desea. Si miramos estos conceptos en perspectiva, parece bastante claro que las recompensas de cualquier sistema de incentivos deben ser razonables y atractivas. El esquema debe ser especialmente razonable en términos del esfuerzo que se requiere; si no es así, no llegará a motivar.

Por poner un ejemplo extremo, es posible que una persona salte de un coche a gran velocidad para salvar la vida, pero es muy difícil que lo haga por diez euros. Del mismo modo, un esquema debe ser atractivo al compararlo con la compensación que se ofrece por el esfuerzo normal. Si a una persona se le pagan veinte euros más a la semana no es probable que esté dispuesta a duplicar su esfuerzo. Este principio es fundamental, y signica que los conceptos de "razonable" y "atractivo" deben ser siempre tenidos en cuenta por los directivos encargados de establecer programas de incentivos, así como por los que los valoran.