Entrevista a Karthik Ramanna: “Existe un miedo generalizado al futuro”

 

A lo largo de la historia moderna ha habido momentos de indignación, desde las protestas contra la guerra de Vietnam hasta la caída del Muro de Berlín y la Primavera Árabe. También ha habido indignación dirigida contra las empresas: el vertido de petróleo del Exxon Valdez, el escándalo de Enron, Occupy Wall Street. Sin embargo, consideras que el momento en el que estamos ahora es diferente de todo eso. ¿Por qué?

Gestionar la indignación provocada por un suceso puntual es básicamente gestión de crisis, y la mayoría de los líderes saben hacer eso. Nunca es fácil, pero han visto que, si ocurre, deben ser muy comunicativos, transparentes y responsables. Pero gestionar toda una era de indignación es algo muy distinto. Hay algo diferente en el espíritu de nuestros tiempos; en mi opinión, existen tres factores que provocan este fenómeno.

El primero es un miedo generalizado al futuro. Estamos a punto de alcanzar avances tecnológicos relacionados con la inteligencia artificial que van a revolucionar la sociedad de varias maneras. Al mismo tiempo, el cambio climático está resultando disruptivo en muchos frentes. Además de todo eso, se están produciendo enormes cambios demográficos. La mayoría de las sociedades occidentales están envejeciendo. Para el año 2050, la mitad de todas las personas menores de 18 años en el mundo vivirán en el África subsahariana. El mundo va a tener un aspecto muy diferente en un futuro cercano, comparado con lo que ha sido en los últimos siglos, y el miedo vinculado a esos cambios es el primer gran factor.

El segundo es una falta generalizada de confianza en nuestras instituciones. Si la gente creyera que las élites que les dirigen están avaladas por un sólido historial de velar por el bien social, el miedo al futuro por sí solo quizá no habría desencadenado esta era de indignación. Pero lo cierto es que vivimos en una época en la que la confianza se encuentra en niveles mínimos. En particular, la gente de clase media y trabajadora siente que se ha llevado la peor parte. Las narrativas que les habían vendido acerca de la globalización y la inmigración no han dado los resultados prometidos. A...