La empresa del mañana será sostenible o no será

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La empresa del mañana será sostenible o no será La empresa del mañana será sostenible o no será

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Alberto de Salomon

Business Review (Núm. 314) · Estrategia

El mundo empresarial ha cambiado radicalmente en los últimos años. La transformación digital, la interconexión y la globalidad de la economía se han visto aceleradas por un fenómeno tan disruptivo como la irrupción de la pandemia durante el pasado año. La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia de saber comunicarse y atraer al cliente en un mercado altamente competitivo. Un cliente, además, informado, exigente y que es capaz de consumir tanto en su comercio de proximidad como en el mercado global e interconectado.

Las empresas, por tanto, tienen que saber no solo atraer y fidelizar a los clientes, sino también cuidar con extremo mimo su reputación. Cualquier crisis puede dar al traste, en instantes, con el trabajo de meses o años, debido a este escenario digital en el que cualquier error o mala imagen emitida por la compañía puede resultar fatal.

Según el informe Randstad Award 2021, el 34% de las personas encuestadas considera la buena reputación como un driver profesional clave para querer formar parte de una organización, aumentando hasta el 37% en la franja de edad de 18 a 24 años.

La sociedad en general y los individuos de manera particular exigen que sus empresas sean parte activa de ella no solo generando empleo, sino teniendo un papel responsable, tanto con los ciudadanos como con su entorno. Las empresas, por tanto, han de ser sostenibles, preocuparse por los problemas de las sociedades en las que operan, ser eficientes y emitir el menor impacto medioambiental posible. Si no, su reputación se verá sólidamente lesionada, lo cual tendrá un impacto muy grave en su supervivencia, ya de por sí complicada en la actual situación.

Un impacto no solo de cara a sus clientes, sino también a sus trabajadores y posibles candidatos. Es lo que se ha dado en llamar marca empleadora, o employer brand. Las empresas más atractivas a la hora de trabajar tienen en cuenta, más allá de un salario competitivo, aspectos como la flexibilidad, las posibilidades de conciliación laboral y profesional, un ambiente agradable y la reputación de la propia compañía.

Según los informes elaborados por Randstad sobre esta employer brand, los profesionales tienen muy en cuenta si una empresa es sostenible, siendo un aspecto cada año más valorado. Los trabajadores quieren sentirse orgullosos de formar parte de una compañía socialmente responsable y preocupada por impactar lo menos posible en su entorno. 

Se trata de una cuestión muy importante, ya que muchos de los profesionales más preocupados por la sostenibilidad de las compañías son aquellos perfiles que más escasean. Perfiles como los que cuentan con determinadas habilidades tecnológicas muy necesarias para que las empresas afronten su transformación digital y caminen hacia la tan ansiada recuperación.

Y otro de los grupos más preocupados por este aspecto es el de los jóvenes, un talento muy exigente, que no solo dan por supuestos determinados factores a la hora de elegir una empresa, sino que priorizan aquellas compañías que defienden valores con los que se sienten alineados y comprometidos.

 

Compromiso por el empleo

Pero no solo nos enfrentamos a un panorama nuevo en el mundo empresarial. Hemos de estar preparados para un escenario laboral que cambia cada día y que exige adaptarse a nuevos retos. Según el último estudio Flexibility@Work: abrazando el cambio, de Randstad, uno de los principales retos a los que se enfrenta la economía es la automatización de la producción, de modo que uno de cada siete trabajadores puede perder su trabajo actual a nivel global. En el caso concreto de nuestro país, el 52% de los puestos de trabajo actuales corre el riesgo de automatizarse, parcial o totalmente, en la presente década.

Esta situación no tendría que conllevar un aumento del desempleo, sino la aparición de tres nuevos tipos de trabajo: el trabajo fronterizo, el trabajo de última milla y el trabajo de riqueza. Es responsabilidad de todos los que formamos parte del mundo de los recursos humanos anticiparnos a esos cambios para ofrecer empleo de calidad, preparar al talento con los conocimientos y skills necesarios para estos nuevos tipos de trabajos y combatir el fraude laboral.

Dada la importancia de este ámbito en la sociedad, es imprescindible trabajar directamente con los actores implicados en él para generar el mejor impacto posible en nuestros grupos de interés, como son las empresas con las que colaboramos, los candidatos, los empleados y la sociedad.

En nuestro caso, hemos comprobado que la política de sostenibilidad de una compañía se debe basar en cuatro pilares básicos: conseguir la mejor fuerza de trabajo para las empresas, el mejor empleo para nuestros candidatos, el lugar idóneo de trabajo para nuestros empleados y una sociedad mejor donde haya igualdad de oportunidades. 

En definitiva, las compañías tienen que trabajar la experiencia del empleado desde todos los ámbitos, tanto desde un punto de vista profesional, en el que puedan responder a las inquietudes de sus empleados en los aspectos higiénicos, como desde un punto de vista más aspiracional y a largo plazo, buscando el bien común por encima del empresarial.

www.randstad.es

 

La empresa del mañana será sostenible o no será

Alberto de Salomon

Consulting Manager de Human Capital Consulting, de Randstad ·