Las tres dimensiones de la apertura corporativa

Las tres dimensiones de la apertura corporativa Las tres dimensiones de la apertura corporativa

DT

Don Tapscott

Business Review (Núm. 214) · Estrategia

El término abierto tiene numerosos significados y connotaciones positivas, y se suele asociar con franqueza, libertad, flexibilidad, expansión, compromiso, intercambio y acceso. Sin embargo, no es un adjetivo que se haya utilizado tradicionalmente para describir a las organizaciones, a quienes con mayor frecuencia se las caracterizaba de aisladas, burocráticas, jerárquicas, herméticas y cerradas. Recientemente, las organizaciones inteligentes se están replanteando lo que significa ser abiertas. En este artículo, se sostiene que hay tres dimensiones particulares de apertura que son realmente importantes en el terreno de los negocios. Esas tres dimensiones, que se analizan a continuación, están relacionadas, pero son muy distintas.

DIMENSIÓN 1: LA CORPORACIÓN CADA VEZ MÁS TRANSPARENTE Hace una década, realicé junto con David Ticoll un proyecto de investigación sobre la cuestión de la transparencia, en el que se sostenía que esta era buena para las empresas. Fruto de este trabajo, se escribió el libro The Naked Corporation: How the Age of Transparency Will Revolutionize Business, una obra digna aunque publicada en un mal momento. En él se sostenía que la corporación estaba cada vez más "desnuda" y, en consecuencia, no les quedaría otra opción que replantearse sus valores y comportamientos para mejor. A los críticos o bien les encantó el libro o bien lo odiaron; las ventas fueron modestas. Obviamente, los líderes del sector de los servicios financieros no leyeron ni prestaron atención al libro.

Parafraseando a Víctor Hugo, no hay nada tan poderoso como una idea a la que le ha llegado su momento. Para la mayoría de las organizaciones, cada vez tiene más sentido optar por la apertura. La globalización, las comunicaciones instantáneas y la sociedad civil organizada han cambiado las reglas del juego. En la actualidad, las empresas están sujetas a un conjunto complejo y cambiante de normas de implacables stakeholders que rápidamente juzgan su conducta. En un mundo ultratransparente de comunicaciones instantáneas, todos los pasos y errores están sujetos al escrutinio y todas las empresas con una marca o reputación que proteger son vulnerables. Algunas veces, las empresas pueden escapar a la máquina de rayos X, como hicieron los bancos durante la crisis de 2009 y 2010, pero eso será cada vez más una excepción a la regla.

El estudio indica que, en la mayoría de los sectores, las empresas que adoptan la transpa...