¿Qué hace diferentes a los emprendedores sistémicos?

Cuando Elon Musk bromeó diciendo que no podíamos esperar que fuera “tranquilo y normal” después de reinventar los coches eléctricos y enviar naves al espacio, no solo estaba exhibiendo su excentricidad. Estaba recordándonos que algunos emprendedores no se limitan a lanzar productos, sino que transforman industrias enteras y, con ello, nuestras vidas.

Estos emprendedores sistémicos piensan y actúan de forma distinta: no buscan únicamente resolver un problema concreto, sino rediseñar las reglas del juego. Thomas Edison no se conformó con inventar la bombilla, creó la red eléctrica. Henry Ford no solo fabricó automóviles, sino que también revolucionó el trabajo industrial. Steve Jobs no perfeccionó ordenadores, sino que reinventó la relación entre los humanos y la tecnología.

De estos ejemplos podemos extraer cinco claves para entender y potenciar el liderazgo sistémico (ver el cuadro 1):

 

 

1. Impacto a gran escala. No se enfoca en nichos, sino en transformar mercados completos. Considera a las industrias como sistemas interconectados, donde una innovación puede generar cambios en cascada.

2. Creación de estructuras complejas. Construye organizaciones y redes que van más allá de una empresa, diseñando ecosistemas capaces de sostener una visión y multiplicar el alcance de la innovación.

3. Resiliencia frente al fracaso. Considera los errores como información, no como derrotas. Edison lo explicitó con claridad: “No he fallado 10.000 veces (…). He tenido éxito en demostrar que esas 10.000 soluciones no funcionarán” antes de acertar. Esa mentalidad es la que les permite persistir donde otros abandonarían.

4. Pensamiento no convencional. Su creatividad radica en imaginar lo que otros no ven. Coco Chanel transformó la moda porque se atrevió a romper con los códigos establecidos y ofrecer una visión radicalmente nueva.

5. Desafío al ‘statu quo’. El inconformismo es su combustible. Steve Jobs lo resumió en una frase célebre: “Los locos que creen que pueden cambiar el mundo ...