¿Qué hay que saber sobre las métricas de producto?

¿Qué hay que saber sobre las métricas de producto? ¿Qué hay que saber sobre las métricas de producto?

GM

Gemma Muñoz

Márketing y Ventas (Núm. 154) · Márketing

El objetivo de las métricas de producto es conocer la eficiencia, eficacia y rentabilidad de cada producto de la empresa, de cada línea y de cada una de las categorías. La clave radica en comprender que estas mediciones trascienden las meras ondas financieras para extenderse también a otras “blandas”, como pueden ser la imagen de marca, el valor del cliente, etc. Sin olvidar el papel que juegan en el proceso las métricas de precio, que nos ayudan a evaluar la calidad de dichos productos, a analizar cuánto nos cuesta lanzarlos al mercado y a determinar si, realmente, nos pueden generar beneficios a corto, medio o largo plazo.

En el escenario empresarial de hoy en día, con la irrupción del Big Data hace unos años y la inversión realizada progresivamente en tecnología, se ha pasado de considerar los datos como un pasivo del negocio a tomarlos en consideración como un activo más de la compañía, hasta llegar a constituir una base sólida para la toma de decisiones. El objetivo a alcanzar ahora es desarrollar un sistema que cree, y vincule, los diferentes procesos de cuantificación de cada elemento de la empresa, en especial en lo referido al ciclo de vida del cliente. Adquisición, conversión, retención, satisfacción, fidelidad y valor del cliente, así como valor y posicionamiento de marca, toman el protagonismo a la hora de impactar en los resultados del negocio, por lo que es imprescindible desarrollar mediciones más allá de las puramente financieras.

Necesitamos “medir” para “conocer” y “transmitir”. Y, en el entorno competitivo actual, las mediciones financieras son incapaces de explicar las causas y efectos de las acciones empresariales. Una Dirección que confía únicamente en los aspectos financieros dispone de una visión muy limitada de la realidad. Lo ideal sería considerar la siguiente premisa: “Un sentido aproximado de lo esencial es más importante que un cálculo preciso de lo irrelevante”. ¿Qué significa? Que todas las métricas deben formar parte de la cadena causa-efecto y sus perspectivas deben estar relacionadas. Es decir, además de las consabidas métricas de rentabilidad y eficacia de nuestras acciones, tanto de márketing como del ecosistema que ponemos a disposición de nuestros clientes, actuales y potenciales, y que constituyen nuestra “perspectiva financiera”, hay que unir métricas de innovación y de valor de marca para apoyar la “perspectiva del cliente”.

La potencia de la medición bien hecha en una compañía es la diferenciación. Si todas las empresas utilizaran las mismas métricas/indicadores, o las mismas estrategias de gestión y de control, fracasarían. Las métricas/indicadores deben desarrollarse a la medida, en función de las estrategias que cada uno vaya a seguir. Porque, la gran mayoría de las veces, no fallamos en la recogida de datos ni en sus cálculos. Nuestro fallo radica, a menudo, en las hipótesis de negocio que manejamos. No por disponer de más y mejores métricas vamos a tomar mejores decisiones. No por calcular de forma exacta un montón de indicadores clave de rendimiento (KPI, o key performance indicators) vamos a ...


Gemma Muñoz

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CEO en El Arte de Medir, directora del máster de Analítica Digital en Kschool y profesora en diversas escuelas de negocio y universidades