Tom Stewart: "En la gestión del conocimiento, el primer paso es definir cuál es el negocio y el papel que desempeña el conocimiento en él"

Tom Stewart: "En la gestión del conocimiento, el primer paso es definir cuál es el negocio y el papel que desempeña el conocimiento en él" Tom Stewart: "En la gestión del conocimiento, el primer paso es definir cuál es el negocio y el papel que desempeña el conocimiento en él"

Karen Christensen: Por lo general, para producir el valor de un dólar de ventas, las empresas de Estados Unidos necesitan en la actualidad un 20% menos de capital físico que hace 25 años. ¿Cuáles son las implicaciones de esto? Tom Stewart: Hay varias implicaciones, pero sobre todo destacan dos. En primer lugar, buenas noticias: el capital físico y el financiero son más productivos de lo que solían ser. Tomamos el capital que tenemos y le damos un mejor uso. La otra implicación es más misteriosa: si necesitamos menos capital físico para producir el valor de un dólar de ventas, ¿qué es lo que está produciendo este valor en ventas?

La respuesta es doble. En primer lugar, estamos produciendo cosas que no suponen mucho capital físico. Producimos conocimiento y otros productos y servicios no tangibles, que son en la actualidad una gran parte del PIB. Se sabe que, en todos los tipos de economía, el sector terciario está creciendo más rápidamente que el primario y el secundario. Sin embargo, dentro de este crecimiento se puede observar que una gran parte se produce en los servicios y negocios de conocimiento que requieren muy poco capital físico.

Una vez leí que Alan Greenspan dijo que, si se pudiera coger la economía de Estados Unidos y ponerla en una balanza, pesaría lo mismo que cien años antes: el peso físico es el mismo a pesar de que su valor real es de diez a veinte veces el que era. Usted puede comprobarlo si va a cualquier país en vías de desarrollo; si mira lo que hay en los camiones, podrá ver cosas como troncos de madera o carbón, es decir, el "peso" físico de estas economías se puede tocar. Sin embargo, en los países desarrollados, la mayoría de los componentes del PIB son actualmente conocimiento y productos intelectuales, como publicidad, márketing, servicios profesionales, medios de comunicación, entretenimiento, educación, etc.

La segunda parte es simplemente que estamos consiguiendo tanta eficiencia a la hora de usar nuestro capital físico que se ha convertido en mucho más productivo. Un ejemplo interesante en el ámbito industrial es el de las herramientas eléctricas, que pueden segar su césped, cortarle el pelo o hacerle la cena. Debido a que hemos creado sistemas y herramientas mucho más inteligentes, el conocimiento que se les ha aplicado ofrece muchos más resultados.

Por tanto, hay dos implicaciones clave: la primera es que mediante la aplicación del cono...


Karen Christensen

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Editora de Rotman Management