Cultura organizacional: la contribución de las metáforas y sus riesgos

Cultura organizacional: la contribución de las metáforas y sus riesgos Cultura organizacional: la contribución de las metáforas y sus riesgos

JB

Jorge Betzhold

Management & Innovation (Núm. 58) · Estrategia

Dado que la gestión de la cultura organizacional es un proceso complejo, se suelen utilizar metáforas para simplificar su entendimiento. Aquí se exploran tres de las más populares, empleadas en las últimas décadas en el mundo académico y en el de la consultoría en gestión, y se detalla tanto su aportación como los riesgos que deben ser gestionados para mitigar los efectos no deseados de estas poderosas herramientas comunicativas

Un nuevo mundo del trabajo está emergiendo, desafiando las mejores prácticas del pasado y la (supuesta) seguridad que permitía repetir el mantra “Siempre se ha hecho así”. Nuevas estrategias y formas de organización están surgiendo para responder a un ecosistema que ha dejado obsoleto el concepto VUCA (por las siglas en inglés de volátil, incierto, complejo y ambiguo), para empezar a navegar en un mundo BANI (por las siglas en inglés de frágil, ansioso, no lineal e incomprensible)1. Este cambio genera una enorme presión para gestionar adecuadamente la cultura organizacional, elemento clave para habilitar o descarrilar la estrategia del negocio.

 

Metáforas de la cultura organizacional Durante décadas, los líderes organizacionales han sido educados sobre la importancia de gestionar la cultura organizacional para que sea un habilitante de la estrategia, permitiendo alcanzar objetivos y dar sostenibilidad al negocio. En su mente de líderes, se han plantado semillas sobre la voraz capacidad de la cultura de devorar tempranamente la estrategia. De hecho, “la cultura se come a la estrategia de almuerzo” es el título del libro de Coffman y Sorensen2, y Mark Fields popularizó (desde su rol de CEO en Ford Motor Company) las palabras del académico Peter Drucker, que indican un apetito aún más feroz: “la cultura se come a la estrategia de desayuno”.

El mensaje hace referencia a que no importa lo brillante que sea la estrategia diseñada para navegar los desafíos y oportunidades del ecosistema de la organización: la cultura organizacional posee un rol crítico a la hora de apalancar o hacer descarrilar la realización de esa estrategia. Y esta capacidad que posee la cultura actúa de forma muy rápida, de ahí la consideración de que una estrategia para navegar los próximos meses o años puede ser devorada entre el desayuno y el almuerzo del primer día. El mensaje se acepta de manera simple si recordamos que la estrategia es la que establece el camino que se requiere recorrer para alcanzar un hito, mientras que la cultura es la que establece cómo se comportarán las personas en cada paso de dicho camino.

Un elemento que aumenta el desafío que tienen los equipos de liderazgo ante sí es que, si bien, para formular la estrategia, hay metodologías que permiten gestionarla como un desafío técnico, la configuración cultural de una organización debe articular una serie de elementos de forma holística, impl...


Jorge Betzhold

Profesor asociado en la Universidad del Desarrollo (Chile) y profesor visitante en la Universidad de Chile y la Pacífico Business School (Perú) ·