La gestión de la Inteligencia Artificial

Artículo en colaboración con:

  • Kernel Analytics
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La gestión de la Inteligencia Artificial La gestión de la Inteligencia Artificial

Una combinación explosiva de nuevas metodologías, nuevos recursos tecnológicos y un crecimiento exponencial en el volumen de datos tratables está permitiendo expandir, a una velocidad sin precedentes, el ámbito de actuación de algoritmos cada vez más inteligentes.

Esta nueva generación de algoritmos, o soluciones,  se ha popularizado en los medios bajo el nombre de deep learning (aprendizaje profundo). Técnicamente, el deep learning es una nueva forma de combinar y entrenar redes neuronales inventadas en los años 70. En la práctica representa dos cosas más:

  • La posibilidad concreta de automatizar tareas complejas mejorando productividad, eficiencia y precisión en áreas que durante décadas se han resistido a la automatización.

  • El punto de partida de nuevas ambiciones. Hemos avanzado más en los últimos cinco años que en los cincuenta anteriores en nuestra capacidad de crear IA parciales (capaces de realizar tareas específicas con calidad humana). Este avance está captando el mejor talento, así como inversiones enormes que retroalimentan el patrón explosivo. 

Se habla continuamente de la pérdida de puestos de trabajo que podría suponer esta ola global de automatización, pero se habla mucho menos de las consecuencias sistémicas sobre la organización y del funcionamiento interno de las empresas.

Las empresas modernas están organizadas en departamentos funcionales, porque con la tecnología del siglo XX esta ha sido la única forma posible de gestionar la complejidad creciente de estas organizaciones. Una complejidad que depende de manera directa de los flujos de información que es necesario analizar para una correcta gestión. 
Cualquier empresa que supere cierto tamaño acaba troceada en secciones que, en muchos casos, no solo no colaboran e interactúan de forma óptima, sino que están abiertamente en conflicto entre ellas. Este modelo es claramente ineficiente. 
En la década pasada, las nuevas tecnologías de almacenamiento y procesado de la información nos han permitido romper los silos de datos dentro de las empresas. La misión estratégica de la IA en la década que tenemos delante es la de romper las barreras funcionales y de gestión entre departamentos a través de una capacidad superior de recoger, analizar y tomar decisiones basándose en esta información.
Los costes de acceso a la IA son bajos e irán cayendo. S...


Emiliano Carluccio

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Science Lead en Kernel Analytics