El Renacimiento, que se desarrolló entre los siglos XIV y XVII, marcó una etapa de profundas transformaciones. La capacidad de generar redes de colaboración, la polimatía y el desarrollo de habilidades multifacéticas se convirtieron en pilares fundamentales del progreso. Estas competencias, esenciales para los líderes y pensadores de la época, no solo transformaron su mundo, sino que sentaron las bases para habilidades que continúan siendo relevantes en el siglo XXI. Veamos cómo estas lecciones renacentistas pueden inspirar el desarrollo profesional moderno y ayudar a navegar mares en calma y tormentas intensas no previstas.
Renacimiento, faros y tormentas: el desarrollo profesional en tiempos de incertidumbre


Business Review (Núm. 357) · Habilidades directivas · Julio 2025
Durante el Renacimiento, la apertura al conocimiento y la interacción entre artistas, científicos y comerciantes impulsaron avances significativos. Las cortes y academias se convirtieron en centros de intercambio intelectual donde las ideas fluían, fomentando alianzas que transformaron tanto el pensamiento como la producción de conocimiento. Este enfoque colaborativo es un precursor directo del trabajo interdisciplinar y globalizado que caracteriza al mundo actual.
En este contexto de intercambio y colaboración, surgió el ideal renacentista del hombre universal, que promovía una visión integral del conocimiento. Figuras emblemáticas como Leonardo da Vinci –quien no solo fue un artista excepcional, sino también ingeniero, anatomista y científico– ejemplificaron este ideal, dominando múltiples disciplinas.
Esta polimatía demostró que la verdadera innovación surge de la intersección entre diferentes campos del saber, un principio que sigue inspirando a los profesionales modernos a diversificar sus habilidades y adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo.
La transformación social y cultural del Renacimiento no solo fomentó la polimatía, sino que también exigió una mentalidad flexible y abierta al cambio. Los avances científicos, las transformaciones políticas y la evolución económica obligaron a las personas a reinventarse constantemente. De manera análoga, en el mundo contemporáneo, las habilidades multifacéticas permiten a los profesionales adaptarse a entornos laborales dinámicos y contribuir al cambio estructural en sus organizaciones.
Estas lecciones del Renacimiento encuentran eco en las competencias clave identificadas por el Foro Económico Mundial para el futuro del trabajo. Según el Future of Jobs Report 20251, se prevé que el 39% de las habilidades clave requeridas en el mercado laboral cambien de aquí a 2030. Esta variación significativa resalta la importancia de ciertas competencias que tienen sus raíces en el espíritu renacentista:
1. Pensamiento analítico e innovación. Al igual que los humanistas renacentistas utilizaron el pensamiento crítico para impulsar avances científicos y artísticos, hoy esta competencia es crucial para resol...
Carmen González
Directora asociada de Esade Careers en Esade Business & Law School ·
Roque Adrada
Director asociado de Esade Careers en Esade Business & Law School ·
Jordi Molina
Senior lecturer de Geopolítica y Geoeconomía en Esade Law School ·
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