La creatividad y la innovación son características muy humanas, y en un entorno digital como el actual son más importantes y, especialmente, más fáciles si se enseñan con criterio. Un ejemplo de creatividad es cuando un escritor imagina una nueva historia para su novela, usando su imaginación y su talento para crear personajes, escenarios y tramas originales. Un ejemplo de innovación es cuando ese escritor publica su novela en formato digital, usando una plataforma que le permite llegar a más lectores y obtener más beneficios.
SECCIONES
Creatividad e innovación en la empresa digital: una historia muy antigua
Giulio Toscani
Business Review (Núm. 340) · Estrategia · Enero 2024
Management & Innovation (Núm. 72) · Estrategia · Febrero 2025
La historia de la innovación digital se remonta a siglos atrás, con las semillas de la creatividad tecnológica plantadas en la mente de genios como Leonardo da Vinci. La narración de cuentos, un arte antiguo, se fusiona ahora con la inteligencia artificial (IA) generativa en un intrigante baile entre lo clásico y lo contemporáneo. Sin olvidar el ingenioso Mechanical Turk, la primera estafa tecnológica, de 1770, que nos recuerda que la malicia siempre ha acechado en medio de la innovación. Así, en este cruce de caminos entre siglos, la innovación digital, la narración de historias y la IA generativa se unen para explorar las infinitas posibilidades de la creatividad y la imaginación.
Los actos fortuitos o los dones exclusivos milagrosos siempre han sido populares en la épica de cada cultura, pero son para unos pocos afortunados. La creatividad y, especialmente, la innovación, sin embargo, pueden ser fomentadas y cultivadas de manera sistemática dentro de una organización, del mismo modo que se aprende un nuevo lenguaje. Además, en la era de la IA, en la que muchas tareas rutinarias pueden ser automatizadas, la creatividad y la innovación adquieren un valor aún mayor. Esto se debe a que, cada vez más, podemos dedicar menos tiempo a labores repetitivas, como la recopilación y el análisis de datos, ya que las máquinas pueden encargarse de estas tareas y proporcionarnos informes. Esto nos libera de las rutinas, permitiéndonos enfocarnos en la identificación de oportunidades innovadoras y la formulación de soluciones fundamentadas en la información facilitada por estos informes. Además, con la aplicación de la RAG (recuperación aumentada por generación), otra manifestación de la IA generativa, los informes pueden generarse ahora como resúmenes de documentos más extensos, como contratos o artículos considerablemente largos.
¿Creatividad o innovación?
Es importante señalar que la creatividad no debe confundirse con la innovación. La creatividad implica generar algo que no existía antes, mientras que la innovación es aplicar un método que existe en algún contexto (por ejemplo, el transporte de muebles desmontados y “planos”, muy común en Polonia) y aplicarlo a otro carente de tal método. El concepto de IKEA de llevarte a casa tu propio mueble y montarlo es una idea que el fundador de IKEA tomó en préstamo a los polacos, pero extendió más allá de...
Giulio Toscani
Investigador de Human-Computer Interactions en Universitat Pompeu Fabra y NUCB Japón ·
Ingeniero químico de formación, exabogado de patentes por distracción o pura curiosidad, y profesor por vocación inevitable, Toscani combina estos oficios con un doctorado en el KTH Royal Institute of Technology de Estocolmo, desde donde empezó a mirar el mundo con lentes aún más inquietas. Lleva más de dos décadas moviéndose con soltura entre la academia, la empresa y los entresijos del sector público. Fue profesor adjunto en Esade Business School y hoy reparte su tiempo entre Barcelona, donde enseña en la Universitat Pompeu Fabra, y Nagoya, donde imparte clases en la NUCB Business School. A veces se le puede encontrar en São Paulo, Milán, Shanghai, Moscú o Teherán, impartiendo clases o debatiendo sobre el futuro digital del planeta.
Consejero y socio en proyectos de innovación en Singapur y España, ha acompañado a gigantes como Telefónica, General Electric, Nike o PwC en sus metamorfosis digitales. Sus cursos y conferencias giran en torno a la inteligencia artificial generativa, la innovación disruptiva y el emprendimiento digital, pero lo hace con una mezcla de rigor y humor que lo distancia de los habituales profetas tecnológicos.
Fuera de las aulas, Toscani cambia los algoritmos por montañas: es corredor de ultratrail, profesor de yoga y ciclista errante. Ha atravesado en solitario Mongolia y el Sudeste asiático, convencido de que el viaje, como la tecnología, solo tiene sentido si transforma a quien lo emprende. Su interés por la intersección entre la emoción humana, la estrategia y la inteligencia artificial le ha dado una perspectiva poco común en el vertiginoso mundo digital: la de quien observa el futuro sin perder del todo la sonrisa.
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