El nuevo rol del CFO: del control de números al liderazgo estratégico

El nuevo rol del CFO: del control de números al liderazgo estratégico El nuevo rol del CFO: del control de números al liderazgo estratégico

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Olga del Orden

Business Review (Núm. 362) · Finanzas

Las nuevas tecnologías abren posibilidades que amplían considerablemente el campo de acción de quienes ocupan el cargo de CFO. El nuevo perfil requerido para liderar el área financiera poco tiene que ver con el de finales del siglo XX. Con la capacidad de procesar y analizar múltiples datos en tiempo real, su rol en la empresa se ha vuelto mucho más estratégico.

Quedan muy lejos esos tiempos en los que la contabilidad, la tesorería, los impuestos y el control de costes constituían, principalmente, las áreas de responsabilidad de la dirección financiera de las empresas. Aislados en sus despachos, sus responsables se consideraban guardianes de los números de la empresa. Su papel se limitaba a la función financiera operativa, informando al CEO y ocupándose de asegurar el cumplimiento normativo. No participaban de la toma de decisiones estratégicas de las compañías.

Sin embargo, el papel de la dirección financiera se ha visto alterado radicalmente en las últimas tres décadas, a medida que mutaba el mundo en el que las empresas desarrollan su actividad. El siglo XXI ha traído consigo profundos cambios en el terreno de lo social, lo económico y lo político. Estamos viviendo un avance sin precedentes de la tecnología que está afectando a todos los ámbitos de nuestras vidas. Redes sociales, Internet, digitalización y automatización de procesos, contratos inteligentes, inteligencia artificial… han irrumpido con fuerza y están transformando la forma de ser y hacer de las personas.

Paralelamente, el contexto macroeconómico actual difiere mucho del de finales del siglo XX, ya que se ha vuelto especialmente complejo y cambiante. Hoy resulta muy difícil hacer predicciones de futuro. Los riesgos son mayores y aparecen y se transforman con una rapidez vertiginosa. Desde que comenzara el siglo XXI hemos vivido una gran crisis financiera mundial, una pandemia e importantes conflictos bélicos que han puesto en jaque la paz mundial.

La inestabilidad se ha convertido en el estado habitual de las economías occidentales. Los denominados entornos VUCA, caracterizados por su volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, determinan el panorama en el que las empresas desarrollan su actividad. Los cambios fluyen demasiado deprisa, y no hay visos de que el ritmo vaya a reducirse. No queda otra que adaptarse, y la empresa, con la función financiera incluida, lo está haciendo.

 

La gran transformación empresarial Desde finales de la primera década del siglo XXI, las empresas están inmersas en la cuarta revolución industrial, que ha llegado de la mano del big data, la computación en la nube, el Internet de las cosas, el blockchain, los sistemas ciberfísicos, los grandes avances en biotecnología y nanotecnología y, cómo no, la irrupción de la inteligencia artificia...


Olga del Orden

Catedrática del área de Finanzas y Contabilidad de Deusto Business School ·