¿Ocuparán las máquinas creativas los puestos de trabajo de las personas?

¿Ocuparán las máquinas creativas los puestos de trabajo de las personas? ¿Ocuparán las máquinas creativas los puestos de trabajo de las personas?
Business Review (Núm. 263) · Recursos humanos
Management & Innovation (Núm. 5) · Recursos humanos

¿Pueden los ordenadores ser creativos? Ed Rex cree que nos dirigimos hacia un mundo en el que la inteligencia artificial dominará la creatividad. La catedrática Lynda Gratton explica cómo se deben preparar las personas para ese momento.

El secreto de la creatividad consiste en saber ocultar tus fuentes". Esta cita, en muchas ocasiones, se atribuye a Albert Einstein, pero también al filósofo C. E. M. Joad y a otros. Dicha frase supone un buen ejemplo de lo que es una fuente "bien escondida".

Pero la idea detrás de la cita plantea una serie de preguntas: si la creatividad se copia, ¿es original? Y si la creatividad se puede duplicar, entonces, ¿se pueden aprender los conceptos creativos? La opinión general dice que las máquinas no pueden ser creativas. Pero si la creatividad se puede aprender, ¿en qué lugar queda el arte?

Durante su participación en la edición de 2016 del encuentro TEDx en la London Business School, Ed Rex –fundador de Jukedeck, plataforma con la que se pueden crear bandas sonoras exclusivas, libres de derechos de autor, para vídeos– se puso a tocar con el teclado eléctrico cuatro acordes muy comunes y cantó por encima la letra del tema Forever Young, de los alemanes Alphaville. Así, demostró que con esos mismos acordes también se puede escuchar la melodía de Don't Stop Believin –tema de la serie de televisión Glee, del canal FOX– y Auld Lang Syne, el poema escrito por el escocés Robert Burns en 1788, que ha terminado convertido en canción popular. Rex demostró así que los mismos acordes se pueden tocar de maneras similares y servir para crear, en cambio, canciones diferentes.

"La música se copia: a veces, conscientemente, pero, más a menudo, inconscientemente", dice Rex. Y cita a Jonathan Gottschall, doctor e investigador en el Washington & Jefferson College, que dice que las personas aprenden a contar historias añadiendo un poco de su propia imaginación a lo que ya existe: una adición aquí, una exageración allá. Rex también asegura que los ordenadores serán capaces de dominar esta técnica mediante un proceso similar de "inmersión, asimilación y recombinación". Y lo emplea como base de su argumento: los mejores artistas son los que más trabajan para adaptar y sumar ideas.

"Los grandes artistas se sumergen por completo en el arte –dice Rex–. Ellos lo asimilan y luego lo reconvierten de forma innovadora para crear algo nuevo". Mientras que la creatividad se considera que es exclusivamente humana, la inteligencia artificial (IA) está cambiando lo que creemos que sabemos.

Lynda Gratton, catedrática de Prácticas de G...


Anna Johnston

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Redactora especializada

Lynda Gratton

Profesora de Management Practice y docente del programa online Future of Work en la London Business School ·