Plataformas de última milla

Todavía en la era digital, las exigencias del consumidor respecto a sus envíos giran en torno a tres conceptos: la rapidez, la flexibilidad y la personalización.
Y esto, a menudo, lo encuentran todavía a la vuelta de la esquina o a unas cuantas paradas de autobús o de metro. Para conseguirlo, disponer de una logística ágil y versátil de última milla puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso para el pequeño comercio, cocinas fantasmas y ciertas pymes productoras de km 0 para sobrevivir a los grandes actores del comercio electrónico, e incluso a las grandes superficies de horarios extendidos.

Una clave es competir mediante la rapidez y escalabilidad de los envíos de última milla. Entregas rápidas para competir con los grandes del e-commerce.

A la hora de valorar las ventajas de los servicios de última milla, las pymes españolas lo tienen claro: eligen la flexibilidad para programar entregas en la franja horaria de 30 minutos que más le convenga a su cliente, asegurar las entregas en menos de una hora y ofrecer servicio de devoluciones, e incluso de recogida y conserjería. Ventajas operacionales que pueden determinar el futuro de un comercio y que se han duplicado en el último año.

La rapidez de entrega y la posibilidad de personalización en los envíos pueden convertirse en una herramienta competitiva e imprescindible para las pymes españolas a la hora de ofrecer la mejor experiencia de compra. Además, los negocios locales y el comercio tradicional pueden encontrar en las plataformas de última milla el aliado ideal para acometer sus proyectos de transformación digital en el ámbito de la logística urbana, sostenible y colaborativa.