Hablar de videojuegos es mucho más que mencionar diversión, evasión o competiciones. El negocio alrededor de estos juegos electrónicos es tan amplio que abarca desde la experiencia relacionada con el producto en sí –ya sea digital o en soporte físico– hasta, por ejemplo, la organización de campeonatos, acciones de patrocinio de equipos o incluso la gestión de espacios publicitarios en el interior del juego.
¿Qué se puede aprender de las empresas de videojuegos? ¿De qué modo se pueden explotar estos soportes para crear engagement con los clientes, con los empleados o con otros stakeholders? Y, mucho más allá, ¿qué competencias laborales se pueden desarrollar utilizando videojuegos? Hablamos de todo ello en el dossier central de la revista de este mes.